Siempre
que iniciemos una actividad, es necesario acondicionar nuestro cuerpo, para que
la transición del reposo al movimiento sea lo menos violenta posible.
La Entrada en Calor merece su tiempo y también es el momento de preparar
nuestra mente antes de la exigencia.
Evitar calambres, esguinces,
distensiones musculares e irregularidades cardíacas son las principales virtudes de la entrada en calor.
Con la
entrada en calor, las arterias coronarias se dilatan y permiten un mayor
circulación, mejorando de esta forma el aporte de nutrientes y la remoción de
material de desecho de ellas.
A nivel muscular, la entrada en calor, mejora la fuerza y la
contracción; los tendones se hacen más flexibles provocando una menor
resistencia a los cambios de longitud (contracción y relajación), la
distribución sanguínea a nivel muscular pasa del 15 % al 85 %; favorece la
disociación del oxígeno de la hemoglobina y la mioglobina para disposición de
los músculos.
Psicológicamente, esta actividad, nos da tiempo
para introducirnos en la actividad y al esfuerzo a realizar.
Sin un calentamiento previo, cualquier corazón en reposo sometido a un
esfuerzo repentino, puede reflejar señales de un abastecimiento insuficiente de
sangre, aun en deportista con un buen nivel de aptitud física.
Los tipos de
entradas en calor son:
A) General
B) Específica
A) General: También llamada "global". Consiste en
una actividad física que involucre grandes grupos musculares mediante
movimientos de todos los núcleos articulares del cuerpo.
B) Específica: Se realiza por núcleos
articulares con movimientos específicos del deporte a realizar y solo en
aquellos que serán utilizados en la actividad posterior.
Los beneficios de realizar la entrada en calor son:
En lo biológico:
1. Aumento de la temperatura corporal general.
2. Redistribución del volumen minuto. Músculo:
de 10/15 % pasa al 80/85 %.
3. Liberación del líquido sinovial a nivel
articular y de bolsas serosas como así también a nivel de vainas sinoviales.
4. Disminución de la viscosidad muscular,
mejorando la eficacia contráctil.
5. El aumento de la temperatura favorece una más
rápida disociación del oxígeno de la hemoglobina y de la mioglobina, que de
este momento queda disponible para el músculo.
6. A nivel celular, la energía de activación
necesaria para las reacciones químicas, y la base del metabolismo energético,
disminuyen. Por lo tanto tales reacciones se realizan más fácilmente.
7. La misma contracción muscular, entendida como
un proceso físico-químico se desarrolla en mejores condiciones, en
consecuencias del aumento de la temperatura.
8. Se facilita la liberación de
neurotransmisores a nivel de placa motora.
9. La vasodilatación mejora el aporte de
nutrientes y la remoción de material de desecho.
En lo psicológico:
1. Motivación creciente.
2. Da tiempo para la toma de conciencia de la
actividad a realizar.
3. Posibilita el conocimiento del propio cuerpo
y sus diferentes zonas.
En lo perceptivo motor:
1. Se incrementa los aspectos perceptivos
motores del movimiento debido a la menor velocidad en que se realizan los
movimientos
2. Refrescamos los patrones de movimiento de la
tarea a realizar.
3. Se estimula y prepara la memoria rápida.
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